Ya sabemos qué es eso de los juegos cooperativos, y poco a poco vamos demostrando que, si colaboramos con los demás, es mucho más divertido.
martes, 18 de noviembre de 2008
COOPERAMOS PARA CONSTRUIR UN MUNDO DE MIL COLORES
Ya sabemos qué es eso de los juegos cooperativos, y poco a poco vamos demostrando que, si colaboramos con los demás, es mucho más divertido.
sábado, 15 de noviembre de 2008
Personajes fantásticos diseñados por los chicos/as de 5º y 6º de Ibdes
El día de Halloween creamos nuestros personajes, aquí podéis verlos:
lunes, 10 de noviembre de 2008
EL CASTILLO DE LOS HORRORES Y LOS COLORES
...Y EL TERROR LLEGÓ AL COLEGIO. HABÉIS CONSEGUIDO SUPERAR VUESTROS MIEDOS.
¿TE GUSTÓ EL JUEGO?
OS DEJO EL CUENTO PARA QUE LO RECORDÉIS:
Cuentan que, hace muchos años, en una noche de fuertes tormentas, unos niños tuvieron que enfrentarse al castillo de los horrores.
Sally y Tom eran dos hermanos que vivían en un pueblecito de Bélgica. Todas las tardes salían a jugar por los verdes campos del lugar, pero aquel fatídico día, la mayor de las pesadillas se abalanzó sobre ellos sin piedad. Mientras saltaban, reían y se divertían en plena naturaleza, una tempestad explosionó en el cielo. El día se oscureció repentinamente, y un chaparrón cayó adornado por relámpagos y truenos. Sally y Tom corrieron en busca de un lugar donde poder refugiarse. Se equivocaron de camino, pero siguieron en esa dirección pensando que encontrarían la carretera principal. Tras un buen rato pisando entre el barro y viendo cómo la tormenta se apoderaba del cielo, se encontraron con una mansión. La fachada de la gran casa quitaba el hipo a cualquier valiente. Era terrorífica. Los árboles que la rodeaban parecían estar muertos. Vieron que tras una de las ventanas había luz. Así que decidieron llamar a la puerta. No les quedaba otra alternativa, estaban totalmente perdidos y la lluvia caía a mares. Cuando picaron, la puerta cedió por sí sola y se abrió. Sally y Tom cruzaron una mirada de complicidad y entraron en la mansión. Nada más atravesar la entrada, la puerta se cerró a sus espaldas a cal y canto, como si tuviese un mecanismo automático. Esto no les dio muy buena espina, se asustaron, así que intentaron dar marcha atrás y salir, pero no fueron capaces de abrir, ya era demasiado tarde, la oscuridad del castillo de los horrores les cercaba el paso. Comenzaron a sentir un frío descomunal, como si las paredes fuesen de hielo. Se abrazaron y se sentaron al lado de la puerta, pero enseguida se levantaron, porque los ruidos y las sombras que se producían eran aterradores.
Caminaron cogidos de la mano a paso lento, el suelo era de madera y crujía como si llevase más de cien años sin ser pisado. De repente, oyeron los pasos de alguien que se acercaba. Un escalofrío recorrió sus cuerpos de pies a cabeza. Se detuvieron y, temblando de miedo, se abrazaron como nunca lo habían hecho. De las sombras emergió una silueta, unas carcajadas maléficas se oyeron.
–JA,JA,JA,JA…Otros humanos que se atreven a entrar en el castillo de los horrores –dijo la figura que se estaba acercando a ellos. ¡Vaya, pero si no son más que unos niños!
Sally y Tom se quedaron sin palabras, no eran capaces de decir ni “mu”.
La silueta se acercó aún más, era un monstruo horroroso, iba vestido con una capa negra y un sombrero. Su rostro era horrible. Se arrimó a los niños y, para sorpresa de estos, les dijo:
–No temáis, no os haré nada. Soy feo y vivo en un castillo espantoso, pero no soy tan malo como parezco. El miedo sólo está en vuestro interior, si os enfrentáis a él, podéis vencerlo. Hagamos una cosa, subiréis a la habitación encantada, está en la planta de arriba. Allí os encontraréis con muchas sorpresas, si sois capaces de soportarlas, habréis vencido al miedo y os daréis cuenta de que, este castillo y yo no somos tan espantosos, sino, todo lo contrario.
Sally y Tom consiguieron superar sus miedos, y a partir de aquel día, nunca más juzgaron a las personas y a las cosas por su apariencia. Pues detrás de aquella fachada, había cientos de colores.
Escrito por Iván Suárez
¿TE GUSTÓ EL JUEGO?
OS DEJO EL CUENTO PARA QUE LO RECORDÉIS:
Cuentan que, hace muchos años, en una noche de fuertes tormentas, unos niños tuvieron que enfrentarse al castillo de los horrores.Sally y Tom eran dos hermanos que vivían en un pueblecito de Bélgica. Todas las tardes salían a jugar por los verdes campos del lugar, pero aquel fatídico día, la mayor de las pesadillas se abalanzó sobre ellos sin piedad. Mientras saltaban, reían y se divertían en plena naturaleza, una tempestad explosionó en el cielo. El día se oscureció repentinamente, y un chaparrón cayó adornado por relámpagos y truenos. Sally y Tom corrieron en busca de un lugar donde poder refugiarse. Se equivocaron de camino, pero siguieron en esa dirección pensando que encontrarían la carretera principal. Tras un buen rato pisando entre el barro y viendo cómo la tormenta se apoderaba del cielo, se encontraron con una mansión. La fachada de la gran casa quitaba el hipo a cualquier valiente. Era terrorífica. Los árboles que la rodeaban parecían estar muertos. Vieron que tras una de las ventanas había luz. Así que decidieron llamar a la puerta. No les quedaba otra alternativa, estaban totalmente perdidos y la lluvia caía a mares. Cuando picaron, la puerta cedió por sí sola y se abrió. Sally y Tom cruzaron una mirada de complicidad y entraron en la mansión. Nada más atravesar la entrada, la puerta se cerró a sus espaldas a cal y canto, como si tuviese un mecanismo automático. Esto no les dio muy buena espina, se asustaron, así que intentaron dar marcha atrás y salir, pero no fueron capaces de abrir, ya era demasiado tarde, la oscuridad del castillo de los horrores les cercaba el paso. Comenzaron a sentir un frío descomunal, como si las paredes fuesen de hielo. Se abrazaron y se sentaron al lado de la puerta, pero enseguida se levantaron, porque los ruidos y las sombras que se producían eran aterradores.
Caminaron cogidos de la mano a paso lento, el suelo era de madera y crujía como si llevase más de cien años sin ser pisado. De repente, oyeron los pasos de alguien que se acercaba. Un escalofrío recorrió sus cuerpos de pies a cabeza. Se detuvieron y, temblando de miedo, se abrazaron como nunca lo habían hecho. De las sombras emergió una silueta, unas carcajadas maléficas se oyeron.
–JA,JA,JA,JA…Otros humanos que se atreven a entrar en el castillo de los horrores –dijo la figura que se estaba acercando a ellos. ¡Vaya, pero si no son más que unos niños!
Sally y Tom se quedaron sin palabras, no eran capaces de decir ni “mu”.
La silueta se acercó aún más, era un monstruo horroroso, iba vestido con una capa negra y un sombrero. Su rostro era horrible. Se arrimó a los niños y, para sorpresa de estos, les dijo:
–No temáis, no os haré nada. Soy feo y vivo en un castillo espantoso, pero no soy tan malo como parezco. El miedo sólo está en vuestro interior, si os enfrentáis a él, podéis vencerlo. Hagamos una cosa, subiréis a la habitación encantada, está en la planta de arriba. Allí os encontraréis con muchas sorpresas, si sois capaces de soportarlas, habréis vencido al miedo y os daréis cuenta de que, este castillo y yo no somos tan espantosos, sino, todo lo contrario.
Sally y Tom consiguieron superar sus miedos, y a partir de aquel día, nunca más juzgaron a las personas y a las cosas por su apariencia. Pues detrás de aquella fachada, había cientos de colores.
Escrito por Iván Suárez
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